El pasado 12 de Julio tuve mi primera experiencia con la natación en aguas abiertas. Después de varias pruebas corriendo tenía muchas ganas de probarme en un medio distinto y encontré ésta que me iba como anillo al dedo; una distancia asequible, cerca de casa y a priori un recorrido sencillo.
viernes, 25 de julio de 2014
martes, 22 de julio de 2014
Kosta Trail 2014
Para los que no estéis familiarizados, la Kosta Trail es una carrera de montaña (trail) que se celebra en Sopelana y sus alrededores, y tiene como principal peculiaridad que se corre al nivel del mar. En esta 9ª edición iba a contar con un recorrido circular, con salida y llegada en Sopelana, de 30 km y unos 2500 m de desnivel.
Cuando me inscribí a esta carrera allá por abril, no fui del todo consciente de dónde me estaba metiendo. Después de la grandísima experiencia de la Vitoria-Estíbaliz, y con la perspectiva de dos meses de entrenamiento con la media Martín Fiz de por medio, me "calenté" y el mismo día que abrían el plazo de incripción me apunté.
Nunca había corrido por montaña, y mi tirada más larga habían sido unos 17 km. Es cierto que solía entrenar por caminos y senderos, pero de ahí a correr por tramos tan irregulares y desniveles tan bestias va un rato. Sabiendo esto, cualquier persona menos yo, con la motivada que llevaba, se hubiera dado cuenta de que era bastante precipitado.
Cuando me inscribí a esta carrera allá por abril, no fui del todo consciente de dónde me estaba metiendo. Después de la grandísima experiencia de la Vitoria-Estíbaliz, y con la perspectiva de dos meses de entrenamiento con la media Martín Fiz de por medio, me "calenté" y el mismo día que abrían el plazo de incripción me apunté.
Nunca había corrido por montaña, y mi tirada más larga habían sido unos 17 km. Es cierto que solía entrenar por caminos y senderos, pero de ahí a correr por tramos tan irregulares y desniveles tan bestias va un rato. Sabiendo esto, cualquier persona menos yo, con la motivada que llevaba, se hubiera dado cuenta de que era bastante precipitado.
viernes, 18 de julio de 2014
¿Por qué?
Todavía recuerdo cómo lloraba los primeros
días cuando mi madre me dejaba en clase de kárate, y después pasé los
siguientes 7 años sin faltar uno solo. La verdad es que no se me daba mal, de hecho conseguí ser campeón provincial y regional varias veces, pero viéndolo con la
perspectiva de los años te das cuenta de que lo que queda no son los trofeos,
sino las experiencias. Obviamente al niño que participaba en aquellos
campeonatos no le daba igual ganar o perder, e incluso lloraba cuando no se
llevaba una copa a casa. Pero ahora miro esos trofeos y no me recuerdan las
victorias que conseguí, sino los amigos con los que entrenaba, el gimnasio, los
viajes a los campeonatos, mi entrenador... En definitiva, un aspecto de mi vida
que ciertamente echaba de menos.
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